

Matrimonios infantiles
y
Embarazos precoces
América Latina
Una región de matrimonios infantiles y niñas embarazadas.
Sin Derechos
La modificación del Código Civil con la finalidad de prohibir toda forma de matrimonio infantil, es urgente, para el desarrollo y la integridad de las niñas y de las vícitimas de este flagelo.
StopMatrimonioInfantil, exhorta a los gobiernos, a la urgente abolición y prohibición del matrimonio infantil; a la vigilancia activa de forma global y al cumplimiento de los Tratados Internacionales ratificados por los diferentes Estados.
Los recientes logros en el marco legislativo, en LATAM y en el mundo, para prohibir el matrimonio infantil en menores de 18 años; fueron un hito en Perú, El Salvador , Guatemala y otros paises regionales que celebraron la eliminación de todas las excepciones legales a la edad mínima para contraer matrimonio (18 años) a nivel nacional.
Sin embargo, aún algunos países latinoamericanos, como Argentina y desde 1888, se posiciona junto a otros países de Africa, Oriente y Asia; con la mayor desprotección de las niñas, adolescentes y de la mujer, víctimas del flagelo del matrimonio infantil y expone la invisibilización en que coloca a las víctimas, sin Derechos, sin acceso a la Justicia, para poner fin a este flagelo y a toda forma de violencia contra la mujer.
“La unión de una niña menor de 18 años y un adulto esconde un caso de violación.”
La niña es forzada a abandonar su proyecto vital, la escuela, la universidad, tiene embarazos que ponen en riesgo su salud y vive en constante riesgo de ser víctima de violencia de género, de forma crónica y estructural.
La violencia contra la mujer afecta aún mas a las poblaciones que se encuentran en mayor situación de vulnerabilidad. Las niñas y adolescentes, por la desprotección en el ámbito familiar, social y legal en que se encuentran, es víctima de la violencia de género transgeneracional, que es característica de sistemas culturales retrógrados y arcaicos.
El matrimonio infantil (ONU), “amenaza y destruye la vida y el futuro de las niñas y las mujeres de todo el mundo”, además de que “impide su plena participación en las esferas económica, política y social”.
Se exhorta a los Estados, en el ámbito global, a la urgente prohibición del matrimonio infantil y a la anualción de los ya efectuados, por petición de las víctimas, para liberarse de este yugo y minimizar los impactos padecidos.
“Consideramos que detrás de un matrimonio de una niña o adolescente con un adulto se esconde un caso de violación sexual, asimismo se perpetúa la discriminación y la transmisión inter y transgeneracional de la pobreza y violencia”.
La niña y adolescente, en la mayoria de estas practica, se encuentra inmersa en un contexto de violencia transgeneracional parental y sociocultural.
Una niña casada siendo menor de edad, abandona la escuela, tiene embarazos que pone en riesgo su salud integral, no puede cuidarse a si misma, es excluida del goce de sus derechos, asume responsabilidades de cuidado muy tempranamente de su/s hijo/s, sin cuidarse a si misma, abandona su salud y vive en constante riesgo de sufrir violencia y de cronificación de la pobreza
Las niñas y adolescentes tiene derecho de crecer “libres de toda forma de violencia” y gozar de un entorno que las proteja y les brinde oportunidades para que sus sueños se realicen.
El Estado, como el Parlamento, deben actuar en defensa y protección de las niñas y adolescentes y prohibir el matrimonio infantil. De igual manera, se debe garantizar , de forma inmediata y sin obstaculización, la anulación de los matrimonios infantiles (en niñas menores de 18 años) ya efectuados. La no anulación implica una connivencia estatal con este flagelo y la perpetuación , también estatal, de la violencia sobre las víctimas y de profundizar los impactos en las mismas. Lo que se convierte en violencia institucional y en el no cumplimiento estatal de todos los Tratados Internacionales ratificados.
Las niñas víctimas de MUITF, tienen un 80 % de posibilidades de ser madres precoces.
Los partos en niñas menores de 18 años y en especial menores de 14 años, siguen en aumento en algunos paises de America Latina, impactando en su salud psicofísica y en su desarrollo vital. Mientras tanto algunos Estados de la región, no las protegen de esta cruel práctica y les niegan el acceso y conocimiento de sus derechos sexuales y reproductivos, que les permiten escoger ser madres en una edad madura, sin interrumpir su desarrollo.
Sus cuerpos no están preparados aún para la maternidad. Generando un estado de vulnerabilidad y de discriminación, con respecto a su franja etaria; perpetuando la cronificación de la pobreza, al ser excluidas de las posibilidades de empoderamiento y desarrollo que gozan las demás niñas.
Tanto en los MUITF (uniones formales o informales, dentro de las cuales al menos una de las personas que conviven en la relación de pareja es menor de 18 años); como en los embarazos prematuros en niñas menores de 18 años; el contexto emergente (familiar y social) es precario, disfuncional y naturaliza la violencia de género, rígidos e inamovibles estereotipos y los prejuicios arcaicos de opresión de la mujer.
Ambos son naturalizados. A mayor resistencia, mayor violencia sistémica parental. En estos contextos el control y el castigo, como violencia simbólica y económica, en cualquiera de sus formas, es ejercido contra las niñas y mujeres que los enfrentan. O "esposas", o castigo.
Si la niña o mujer, quiere o logra salir de ese contexto, con los menores daños posibles; cuando es víctima de un matrimonio infantil forzado, las posibilidades de salir o huir y del contexto que lo determinó, desaparecen. Si, como sucede, es madre precoz, la resiliencia, sin una figura y mecanismos de ayuda, se torna inviable.
Están solas.
Los matrimonios infantiles, unidos a embarazos precoces, limitarán cualquier forma de empoderamiento de la niña/adolescente, ya que los hijos se convierten en rehenes del sistema que las colocó en esa condición de vulnerabilidad y violencia, para perpetuarla contra ellas.
Las niñas madres, no siempre pueden hacerlo con su/s hijo/s; ya que no tienen una familia de protección que pueda ayudarlas. Teniendo en cuenta que los matrimonios infantiles, son propios de contextos vulnerables, arcaicos (muchos de ellos en contextos rurales y por tal de aislamiento), con severos prejuicios culturales y de rígidos estereotipos sobre la mujer.
Sin recursos económicos, sin educación, ni herramientas de empoderamiento; lo que es devastador para la niña, adolescente o mujer.
Al ser madre en esas condiciones, es forzada a permanecer en ese matrimonio, para no separarse de su/s hijo/s, siendo sometida a violencias crónicas y en ocasiones extremas.
Si el padre no los ha ya abandonado y la niña-madre , adolescente o mujer, víctima del matrimonio infantil, logra salir; el/los hijo/s son tomado/s como rehén/es por un sistema injusto y violento, en un total desigualdad de fuerzas; donde la víctima está sola, frente a un sistema de violencias y quien las ejerce, lo sabe.
El flagelo del abuso sexual, en estos contextos, está naturalizado.
Fátima pudo contar su historia en Ginebra, Suiza, a 9000 Km de su tierra natal en Guatemala. El parto era riesgoso, pero el bebé sobrevivió. Un privilegio que no tienen todos los hijos de niñas madre y tampoco ellas.
En los países de ingresos bajos y medianos, los bebés de madres menores de 20 años tienen un riesgo 50% superior de morir en las primeras semanas de vida al de los bebés de mujeres de 20 a 29 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Fue el 3 de marzo de 2010 cuando le confirmaron que tenía 13 semanas de embarazo.
Aunque Fátima dijo desde el inicio que no se sentía capaz de tener y criar a un bebé, el impacto del embarazo no deseado afectó su salud física, mental y social.
– El momento de enterarme fue fatal. No entendía muy bien lo que era un embarazo y cuando me explicaron caí en depresión. Tenía un miedo terrible a enfrentar el mundo. Muchas veces pensé en matarme (Fátima).
Amina, una niña menor de edad, victima de un matrimonio infantil forzado por su propia familia; se suicidó.
Quienes sobreviven, no lo hacen sin impactos.
Es necesario comprender, que los matrimonios infantiles, actúan e impactan sobre una niña menor de edad, sin familia y sin Estado que las proteja y los constructos parentales (las niñas pasarán a la opresión sumatoria de otro), ejercerán una violencia sistémica y corporativa sobre ella, si lo/s enfrenta o quiere salir.
Los MUITF, dañan y colocan a la mujer en una situación de pobreza y vulnerabilidad crónica, con impactos que serán difíciles de superar, sin ayuda a tiempo. Constituyen, además, otras formas de violencia de género, como la violencia transgeneracional, cuya reproducción es además , simbólica y no por tal, menos letal. La reproducción material y simbólica de esta violencia, es propia de los contextos que naturalizan los MUITF.
Están solas.
La violencia transgeneracional y "familiar", siempre es sistémica y corporativa y se ejerce sobre quien enfrenta ese sistema arcaico; con la complicidad de quienes la reproducen de forma simbólica y material, siempre a cambio de privilegios. Cuanta mas es la resistencia, mayor será esta violencia, porque implica el quiebre de una estructura rígida, momificada, del poder dominante.
En aquellos países donde esta cruel práctica persiste, las víctimas, no tienen acceso a la vivienda, ni a la educación, ni a la salud, ni a la justicia. Sus derechos no están protegidos , ni garantizados por el Estado.
El Primer Abrazo es fundamental, para la erradicación de los MUITF y los embarazos precoces. Sin embargo, lo es aún más, si las niñas no fueron protegidas y ya se han producido.
Es urgente que puedan acceder a la inmediata anulación del matrimonio infantil y desarrollarse de forma plena, empoderarse y construir su propio proyecto vital; como también la construcción de un vínculo afectivo, seguro y de calidad, con su/s hijo/s, en el marco de su sentido y de lo que ella desea, para una vida digna y feliz.
Proteger a la mujer y a la maternidad, en contextos de adversidad, es proteger a las Infancias y a la Humanidad.

Proteger a la mujer, es proteger a las Infancias y a la Humanidad